05 septiembre 2005

LANA LANE "Lady Macbeth"

(Frontiers / Mastertrax)

Nuevo trabajo de la excelente vocalista cuyo nombre es un collage del de las dos novias de Superman. Una vez más arropada por su inseparable Erik Norlander, nos ofrece este trabajo de carácter conceptual, en el que se desgranan una gran colección de canciones que rinden tributo al más clásico heavy metal de los setenta y los ochenta, pero sobre todo a la voz de la fémina rock star. Y es que queda claro desde un primer momento que todo está premeditado para no restar ni un ápice de protagonismo a la carismática dama y su voz. Erik ha construido un gran castillo de sonidos en cuya torre del homenaje se encarama la princesa para gritar a los cuatro vientos..¡Que viva Dio... y J. L. Turner... y Glen Hugues... los grandes maestros! El asunto no puede comenzar más cañero con “The Dream That Never Ends”, si bien nos engañan un poco con el inicio baladero con piano, flauta y la celestial voz. Pero el bajo de Kristoffer Gildenlow (Pain of Salvation) nos introduce en una canción típica del hard rock de los setenta. Aceleradísimos ritmos machacones y solos de guitarra a un volumen por debajo de lo normal, para no restarle protagonismo a la princesa, nos introducen en un disco fácil de escuchar. "Someone to Believe", el primer single con video-clip incluido, está a mitad de camino entre su comienzo sinfónico, gracias a las teclas de Erik, y el ritmo machacón típico del Rock melódico que practicaban bandas como Vixen. El tercer corte es una deliciosa balada en el que que Lana derrocha sentimentalismo, al igual que las melodías guitarreras, que corren a cargo, a lo largo de todo el cd, de Neil Citron, Mark McCrite y Peer Verschuren. “Summon the Devil” es una mezcla entre Sabbath y Dio. Medio tiempo machacón de ritmo reiterativo. La música, debo insistir en ello, es bastante pobre, sin complicaciones, por lo que la voz es el único hilo conductor. Los solos, aunque interesantes, quedan constantemente por debajo de la voz, son meros adornos para la diva. “No Tomorrow” continúa en la misma línea, semi balada de corte sinfónico y hardrockero. “Shine on Golden Sun” suena a himno típico de rock, con pasajes muy cantables. “The Vision”, instrumental, se alimenta de la gran influencia que las míticas bandas sinfónicas como Yes ó Pink Floyd han ejercido sobre el compositor. Sin duda es el hueco que Mr. Norlander se ha guardado para sí mismo. En “Keeper of the Flame” vuelve la caña y aquí es donde Lana muestra todo el poder de su garganta. Sustentada en los excelentes coros de Kelly Keeling, la frontman alcanza sus más altas cotas de exhibicionismo vocal, mostrando su buen trabajo a base de notas mantenidas y otras piruetas. “We Had the World” nos muestra unas melodías de guitarras más sobresalientes de lo habitual, que sirven para construir una balada en la que Lana vuelve a lucirse. Para cerrar el disco, un espectacular dueto piano/voz de los que tanto les gusta hacer a Norlander y Lane. Norlander ha trabajado con los más típicos recursos del sinfónico, el hard rock y el heavy metal para construir el marco perfecto en el que mostrar las cualidades de la cantante. Si la música hubiera estado más currada, ¡habría sido la ostia!
Carlos Treviño Cobo