15 septiembre 2005

LOS SUAVES "El Jardín De Las Delicias"

(Locomotive Music)

“La vida no tiene colores, no es blanca, negra, ni siquiera gris, y si acaso alguno tuviera, sería el color del tiempo...” ¿Qué es el tiempo? Acaso ese viejo enemigo contrarreloj contra el que no se puede luchar. Muchas y vistosas pinceladas de nostalgia, y de cierta melancolía, atisbo en este nuevo disco de los de Ourense. Ideado en un principio como disco de Yosi en solitario, fabricado desde una base musical muy básica, la poesía traducida a golpe de rock’n’roll va aflorando a lo largo de su recorrido. “El Jardín De Las Delicias” toma su nombre del cuadro de El Bosco realizado hacia 1504, y marca de forma considerable la sensibilidad del brillante compositor gallego, que aislado durante un largo año desecha bocetos hasta ver satisfecho la finalización de este trabajo a nivel letrístico. El disco, no obstante, recoge dos piezas no escritas por Yosi, “No Llegaste a Mi”, versión de Los Cheyennes, y una adaptación de Barry McGuire “Vísperas de Destrucción”. Por lo demás, crudo resulta el tema que da apertura y título al trabajo, con un texto que araña el alma y que reza: “mis noches han sido un mar atormentado, charcos de luz fueron mis días, ha pecado forzando candados, también he cerrado algunas heridas...” En el mencionado anteriormente “Vísperas de Destrucción” viene a vueltas con los fanatismos religiosos que desembocan en guerras y atentados terroristas, sirviendo como sincero homenaje a las víctimas del 11-M. Curioso resulta “No Le Grites”, un claro alegato a favor de la mujer y contra la violencia de género, con inserción de guitarras acústicas, varios solos de eléctrica, introduciendo coros al final, cosa poco usual en Los Suaves. Descarna e intensa se muestra “No Me Pesa Es Mi Amigo”, larga en su desarrollo, donde continúan los guiños acústicos mezclados con fuerza y energía, con una temática en cuanto a la letra similar o bastante próxima a “Malas Noticias”. La preciosa balada “Deja de Llorar Mi Amor”, con el mar de fondo de testigo absorbiendo la tragedia, es una acertada nota relajada. “El diablo lo hizo todo por ti, vendiste mentiras a la gente, y coartadas a tu corazón...” expresa el corte “Piensan”, donde posiblemente su propio autor se vea reflejado. “Quizá Esta Noche” aparece con el afilador y la villa gallega de fondo, mientras “Noches Del Long Play” repleta de recuerdos, hace mención a los “veinte escalones que nos empujaban al fondo del cielo...”, de un garito donde, aparte de dejar muchos vasos vacíos, los de Ourense empezaron musicalmente a caminar, sin duda uno de los mejores temas del álbum. Vacilona resulta “Burro Cansado Blues”, y cerrando la función y recordando ligeramente a “Ese Día Piensa En Mi” nos topamos con “La Ultima Canción”, contando que “mi última mujer será para otro, mi última mirada será para una pared, mi última lágrima para mi almohada, pero mi última canción será para mi...” como presagio de un final que espero tarde mucho tiempo en llegar, aunque, claro, contra ese viejo enemigo resulta inútil luchar, y su color no es blanco, ni negro, ni siquiera gris... como la propia vida.
José Mora