26 septiembre 2005

FOUR WAYS "... From The Ashes"

(Big Bang Music)
Segundo trabajo de este cuarteto sevillano, el cual practica un hard-rock ochentero bastante rudimentario, no exento de pequeñas pinceladas de glam o sleazy. Pese a la austera producción, las canciones suenan muy frescas. Lo cual se debe en gran parte debido a la sensacional labor del vocalista Ricardo Carmona “Rikky”, así como a la buena técnica del guitarrista Pedro Valladares. El resto del grupo lo configuran el bajista Germán Piña y el batería J.R. “The Doctor”, ambos muy correctos en su cometido. De las 11 canciones del álbum, cantado íntegramente en inglés, en el que la onda musical te puede recordar desde a los primerizos Mötley Crüe, hasta incluso a los Maiden de Paul Dianno (¿?). En cuanto a temas, destacar el potente riff de “Ocean Song”, la sensibilidad de “Man On The Moon” (recordando sobremanera a los Poison del "Flesh&Blood"), o la magnífica versión del “Meneater” de Hall&Oates, con un toque a lo Sandalinas que le confiere una originalidad ciertamente inusitada. Además, saben agradecer sobradamente sus influencias, ya que dedican el último corte del álbum a la figura de Alice Cooper, todo un dios para ellos. Buen trabajo de estos andaluces, que esperemos lleguen a labrarse un carrerón en el difícil mundillo del rock nacional.
Rafa Carrillo

23 septiembre 2005

CUATRO GATOS "Esférica"

(Avispa)

Cuatro Gatos brilla con luz propia dentro del cada vez más oscuro panorama del rock nacional. A pesar de continuar siendo una formación relativamente incomprendida, este puñado de expertos y veteranos músicos continúan exprimiendo una creatividad cimentada en la elegancia y en la belleza compositiva. La entrada del vocalista uruguayo Alex Fracchia, no ha trastocado sobremanera la baja de Iván Urbistondo que decidió regresar al redil de Beethoven R. Fracchia es un cantante solvente poseedor de unos registros muy interesantes y que sabe explotar sabiamente. La maquinaria por consiguiente queda bien engrasada con las clásicas bases rítmicas de Javier Canseco (bajo) y Joaquín Arellano “El Niño” (batería) que destilan energía; la sutileza y destreza guitarrística de Pedro Vela, y la impresionante y exquisita labor a los teclados, producción y composición del inconmensurable Juanmi Rodríguez. En “Esférica” se mantiene intacta la filosofía de la “Caja de Música”, aunque sobre esta se continúa evolucionando hasta la consecución de la sugerencia y el intimismo. Trabajando desde un prisma conceptual que transmite diferentes etapas del ser humano en búsqueda de su propia identidad. Rodríguez se mueve en un universo de sensaciones bien arropado por sus compañeros de viaje en esta nueva aventura. Sorprende, no obstante, la aportación de la adaptación del “Heat Of The Moment” de Asia a cargo de Txus de Mago De Oz, con el título de “Es Tu Momento”, pieza que hacen prácticamente propia respetando la esencia original de la legendaria composición. Pedro Vela trabaja con Juanmi en la creación de la pieza instrumental “Ecos” fabricada a modo de prólogo. “Siembra Viento” se destapa como más relajada, insertando preciosas guitarras eléctricas y acústicas, manteniendo como mensaje que las situaciones no se arreglan por sí solas. Más rápido de aire más sinfónico, y poseedor de afiladas guitarras aparece “El Hombre Desconectado”, con la introversión y el silencio de las personas de fondo. “Sálvame” es una pieza más melódica y accesible, con acertado estribillo. En “Fuego En Tu Piel” se critica desde fuera el conformismo y el inmovilismo, y se incita al individuo a luchar y a dar la cara ante la vida. “A.M.A.M.A. (Palíndromo)” es una buena demostración a golpe de percusión, mezcla de rabia y dolora cargo de Joaquín Arellano, que enlaza con la cálida “La Luz Interior” con una primera parte más relajada y magnífico predominio de los teclados. También exquisita resulta “Esferas de Cristal (Phobia)”, con contenido letrístico en primera persona inmerso en una especie de burbuja de aire, decidido a no comprometerse con nada ni con nadie. “Desde el Rincón” es una especie de llamada a la reflexión, una pieza más colorista que realiza cierto guiño al optimismo. La brillante e intensa aportación de Javi Canseco en la intro “71.12 (Mensajes en el Aire)” desemboca en “La Huella del Tiempo” haciendo claras alusiones a la vejez, al final del camino, y que contiene un llamativo estribillo: “Soy el último eslabón, un grito una canción, la suma del amor, la razón, el camino y la desilusión”. “Esférica (El Eterno Retorno)” es simplemente majestuosa, al igual que “El Ultimo Invierno” que dividida en dos partes, da carpetazo a un trabajo inmenso, y sobre todo personalísimo, cimentado en la calidad que atesoran unos de los mejores y más completos músicos con los que contamos en el país.
José Mora

DREAMAKER "Enclosed"

(Arise Records)

En su piedra de toque, “Human Device”, esta gente ya comenzó claramente a mostrar sus cartas y dejar entrever la nueva dirección musical a seguir. Dreamaker en un espacio relativamente corto de tiempo han crecido como músicos, no dudando ni un instante a la hora de tirarse al barro a la hora de arriesgar y experimentar con diferentes mosaicos sonoros, desvinculados por completo del halo que de forma lejana aun les pudiera unir o relacionar con su paso en los exquisitos Dark Moor, Elisa Martín, Albert Maroto y Jorge Sáez, han sabido unir sus fuerzas al personal junto con el cual han urdido su antiguo patrón compositivo, no siendo en definitiva ni mejor, ni peor, simplemente diferente. “Enclosed” se registra en Madrid en los estudios M20, haciéndose cargo de todos los entresijos el propio Albert Maroto, junto al prestigioso Big Simon, un profesional que se encuentra últimamente en buena parte de los trabajos de bandas españolas publicados en los últimos tiempos (Saratoga, Stravaganzza, Ebony Ark, o Dark Moor). El álbum queda configurado finalmente por doce temas, compuestos en su mayoría por Maroto, apoyado por Sáez y Nino Ruiz en algunos, encargándose Elisa, espléndida en toda la obra, de todas las letras. La amplia amalgama de estilos van desfilando por todo el entramado del disco, dándose la mano y mezclándose las guitarras cortantes y afiladas con elementos electrónicos, y la melodía con la agresividad. “I Live My Own Life” abre fuego siendo un compendio de todos los estilos y fórmulas expuestos anteriormente, está dotado de un cierto toque progresivo y habla de la irritación de un ser humano al negarse a ser manipulado. La falsedad de la gente queda bien plasmada en “Reverse Universe”, pieza intensa con magnífico y acertado predominio de teclados. Curioso, oscuro, pero poseedor de pegadizo estribillo se nos muestra “Over The Edge”, con participación a las voces de Kantz (Coilbox). “Living in Fear” contiene también un accesible estribillo y cuenta con la activa presencia de Albert a las voces, recoge impecables cambios de ritmo, alguna parte más pausada y algún toque gótico. Más experimental aun resulta “The End Of Your Suicide”, con pasajes electrónicos y sumamente oscuros. Trepidante, acelerada y dura, también en su apartado letrístico, aparece “Inocent Blood”, con nuevamente aportación de Kantz. La crudeza de la guerra y los beneficios económicos que estas entrañan queda patente en la trallera “W.W.666”. Más tranquilo, recogiendo lágrimas, locura y promesas, resulta la intimista “Face To Face”. La soledad, el aislamiento y sobre todo la potencia quedan patentes en el corte que da título a la entrega, “Enclosed”, con Kantz nuevamente al ataque, que posteriormente a dúo con Elisa Martín en “Perfect Soul” saca petróleo de la poderosa composición. Más melódico, en el tramo final del trabajo, aparece “Take Me Higher”, al tiempo que “Promised Heaven” te adentra en la ausencia de fe religiosa, a golpe de energía, bonitas líneas de teclado, y la aparición de Ricardo Opazo a las voces. Talento e innovación le sobran a una de las formaciones de mayor proyección internacional de las que contamos. Han encontrado su estilo, y seguro que prometen continuar investigándolo.
José Mora

SATRAVAGANZZA "Sentimientos"

(Avispa)

Recogiendo el testigo de “Primer Acto”, su obra discográfica previa, y una entrega absolutamente intimista, arriesgada, y ante todo innovadora dentro de la escena del país. Stravaganzza sigue dando pasos firmes consiguiendo moldear en la actualidad de manera espiritual y letrística, un puñado de diferentes emociones humanas buscando frases tan sutiles e interiores como “... tiempo que arrastrando te llevas mis sueños, por qué me has robado el pasado, la inocencia enmudece, y me dejas, desnudo ante mi soledad”. La propuesta de luminosidad, oscuridad, densidad e intensidad que ofrece la formación en su nuevo trabajo, puede captar o no tanto el interés del receptor, aunque difícilmente le puede dejar impasible. Los latigazos en forma de espirales sónicas en algunos pasajes se entremezclan con elegantes y bellas melodías en otros, que perfectamente encuadrados y canalizados por las expertas manos de Big Simon en cuanto a producción, logra de forma acertada sacar partido máximo a los creadores, y ejecutantes del proyecto. El poder de inicio que desprende “Miedo” es perfectamente reseñable, brumas y tinieblas lo rodean. ”Esperanza” es uno de los temas clave del álbum, que hace especial hincapié en la acción destructiva del hombre, y de la hipocresía del género humano. “Impotencia” está impregnada de ciertos ritmos arábigos, y posee una estupenda letra escrita por Leo Jiménez, que lo borda. Su compañero también en Saratoga, Dani Pérez se encarga de la construcción del corte “Arrepentimiento”, tema más directo, con mucha pegada y muy mala leche. “Pasión” a cargo de Pepe Herrero, es bello y extenso en su desarrollo, de tesitura más relajada y poseedor de una preciosa letra: “inspiración, la belleza ha embriagado mi alma, adoración, abrumado por mil sentimientos, fascinación, conmovido ante un atardecer, admiración, amarás el silbido del viento...”. “Odio” contiene potencia salpicada de melodía, con inserción de acertado violín. Gris y pesimista se torna “Frustración”, mientras que en “Desilusión” encontramos un poso de dolor retorcido y de cierto desamor: “quien consiguió arrancar pasión, hoy me aniquila el corazón, se embauca de un simple bufón, me aplasta un sol de decepción, y me devuelve a perecer”, mostrando a un Leo francamente inspirado. “Soledad” es enérgico e intenso, “Duda” rezuma potencia, mientras que los diez minutos de duración de “Dolor”, que recoge en su tramo final “Nostalgia”, muestra un impecable desarrollo con inserción coral. En definitiva, “Sentimientos” se antoja como un trabajo escasamente comercial, y que escuchado de manera detenida, permite extraer múltiples detalles y novedosas sensaciones.
José Mora

19 septiembre 2005

BARON ROJO "Volumen Brutal" (Reedición)

(Sony-BMG)

Ante la poca prisa de nuestros barones para editar material nuevo, últimamente todas sus anteriores compañías parecen puestas de acuerdo en sacar reediciones, signo inequívoco de que sus discos nunca dejan de ser rentables. Primero Zero pone a la venta “Perversiones” en caja normal en vez de digipack, una de las mayores chapuzas del 2004. Cuando abres el raquítico libreto, te encuentras con que la excelente portada desplegable ha sido cortada por la mitad y vuelta a pegar al revés, la chica queda a la izquierda y el monstruo a la derecha, con el cúter cortando no se sabe qué. Nada nuevo tratándose de esta gente. El descuido y el ridículo hasta el último momento. Después, Avispa debe de sentir celos, y supera a Zero en desfachatez y chabacanería. No tienen mejor ocurrencia que reeditar “Desafío” bajo el nombre de “Noches de Rock And Roll”, supuestamente una versión redigitalizada y remasterizada. De entrada, la portada es la misma pero en reducido, y, al contrario de la edición del 92, no vienen las letras. Sólo puedes sentirte colérico y estafado cuando compruebas que, en realidad, sólo dos de los cortes han sido mejorados. El resto, no es que estén igual, es que se oyen muchísimo PEOR que la versión original. Menos mal que, dentro de lo malo, no retiraron de las tiendas la edición de toda la vida. Hasta ahí podría haber llegado la broma. Y por último... a alguien se le ocurre intentar exprimir un poco más todavía el “Volumen Brutal”. Meter en un solo CD las versiones en español y en inglés es muy buena idea. Sólo que, llega un poco tarde, porque todos los fans de Barón Rojo ya las tenemos por separado, hace un montón de años que salieron en este formato. Lo único que podría haber resultado interesante, las letras en inglés, se queda incomprensiblemente fuera, sólo vienen en español. El trabajo de redigitalización no se aprecia a simple vista, de momento te suena todo igual que siempre. Si te pones a escuchar las distintas versiones y comparas, es cuando adviertes que por lo menos en esto sí que se han molestado en hacer una buena labor. Tampoco tenían mucha materia prima disponible. No acierto a comprender qué entiende Sony-BMG por “remasterizar”. Según nos contó Sherpa, los masters originales acabaron en un contenedor hace más de quince años. Con eso y con todo, como digo, se las han arreglado para que al menos notes diferencia en la calidad del sonido. Sólo les diría un par de cosas a los responsables de esta edición. Primero, aunque el resultado ha sido bueno, seguro que habría sido mucho mejor si les hubieran encargado el trabajo a Carlos y Armando. Segundo, si de verdad quieren celebrar los 25 años de Barón Rojo, en vez de intentar aprovechar hasta la saciedad material que ya todo el mundo tiene, pongan la carne en el asador y gástense una pasta para que Arteseros pueda recuperar lo que aún quede aprovechable de las grabaciones en vídeo de “Barón al Rojo Vivo”. He dicho.
Nacho Jordán

WURDALAK "Desde el Silencio"

(Maldito Records)

Han pasado sólo dos años desde que habláramos de este combo valenciano en el nº 20 de nuestra revista, pero han pegado un cambio tan completo que parecen siglos. Tres de los antiguos miembros ya no están en el grupo. En su lugar, en este trabajo debutan el teclista Iván y la cantante Mª José, en cuanto al chelo, simplemente lo han suprimido. Nadie debe creer que al meter una vocalista femenina son otra banda tipo Nightwish, la voz de esta chica puede hacer recordar más a gente como Darna, por dar algún ejemplo. De todas formas, tampoco se parecen especialmente a nadie. Si con este segundo disco pretendían conseguir una personalidad propia, bien que lo han conseguido. El power metal de su primer trabajo “La Llamada...” ha sufrido una transformación total. Salvo algún corte netamente metalero como “No Hay Adiós”, ahora están más por temas mucho más sinfónicos y elaborados, aprovechando de paso su más que considerable progresión técnica. Han mejorado mucho como músicos, y parecen querer demostrarlo. De hecho, de las diez canciones, tres son instrumentales. Lo que falta por ver es qué opinarán sus fans antiguos de tan radical metamorfosis. Han ganado enormemente en ejecución y virtuosismo, aunque en cambio han perdido en comercialidad. Hay excepciones, como “Camino de una sola Dirección”, o, sobre todo, “Nyneve”, la que mejor entra a la primera, con unos violines invitados tipo Mago de Oz. Pero en general, los que les siguieron desde el principio se habrán sentido descolocados. Con todo, hay que reconocer el coraje de los Wurdalak, que no sienten temor alguno en emprender caminos nuevos.
Nacho Jordán

15 septiembre 2005

DARK MOOR "Beyond The Sea"

(Arise Records)

Con su anterior entrega homónima, Dark Moor reinició una etapa complicada en lo que empieza a ser ya su extensa trayectoria. La política llevada a cabo por Enrik García y compañía ha sido evolutiva dentro de un estilo particular y personal, cuidando hasta el más mínimo detalle todo su proceso compositivo y creativo hasta desembocar en una depurada grabación, mucha dedicación puesta sobre la mesa en definitiva. En su nueva propuesta “Beyond The Sea” nos topamos con su patrón reconocible a la primera escucha, aunque dotando nítidamente de un giro más directo, menos recargado y sobre todo bañado de múltiples pinceladas de hard rock más clásico, por el cual este puñado de excelentes músicos sienten auténtica devoción. Derek Gores realiza una maravillosa y llamativa portada que da elegante presencia a un trabajo que vuelve a contar con la producción del prestigioso Luigi Stefanini, compartida en esta ocasión con el propio Enrik. Esta vez se utilizaron para registrar la obra dos estudios de grabación, los habituales New Sin (Italia) y los madrileños M20, donde participó el experto Big Simon, habitual hombre de confianza en los trabajos de Ebony Ark, Saratoga, Dreamaker o Stravaganzza. La lista de invitados que colaboran en la entrega realmente acertada, con Mamen Castaño, Nacho Ruiz y José Garrido (Arwen), y Kiko Hagall (ex vocalista de Beethoven R.), poniendo su atractivo granito de arena dentro del complicado entramado que supone el álbum, cuyas piezas están compuestas por el creativo Sr. García, algunas de ellas en tarea compartida con el bajista Dani Fernández (caso de “Miracles” o “Houdini’s Great Escapade”), el batería Andy C. (“Alea Jacta”) o el excelente vocalista Alfred Romero (a cuya autoría hay que atribuirle la letra de “Miracles”). La realización de piezas insertadas en la obra resulta sobresaliente, con “Before The Duel”, directo, arrollador y poseedor de un acertado estribillo abriendo fuego de manera espectacular. “Miracles” es una pequeña joya de contenidos más relajados con introducción de bello piano. “Houdini’s Great Escapade”, es un corte clave en el entramado del disco, recoge influencias de clásicos absolutos como Rainbow, e incluye espectacular solo de guitarra y destacable aportación vocal a cargo de Alfred, que se supera en toda la entrega. La intro “Through The Gates Of The Silver Key” da paso fulgurante a “The Silver Key” cargado de emoción e intensidad, con inserción de teclados y precioso estribillo. Tema basado en la obra “The Dreamlands” de H.P. Lovecraft. Continuando con la vena literaria, “Green Eyes” está basada en la obra de Gustavo Adolfo Bécquer, inmenso poeta fallecido en 1870, y que reflejaba en su leyenda “Los Ojos Verdes”, que eran “luminosos, transparentes como las gotas de la lluvia se resbalan sobre las hojas de lo árboles después de una tempestad de verano”. Musicalmente hablando “Green Eyes” se convierte en una elegante y apasionada balada. “Going On” rezuma toques muy Iron Maiden, con partes de energía y melodía repartidas hábilmente. Uno de los momentos álgidos corresponde al que da título a la remesa “Beyond The Sea”, es simplemente exquisito, bebiendo a saco de las fuentes de inspiración del más entrañable hard rock, impecable composición que recuerda la época de Ozzy Osbourne rollo “Shot In The Dark”. La intimista introducción “Julio’s Caesar” da un breve toque nostálgico al disco, dando posteriormente paso a “Alea Jacta” que cierra el álbum de forma vigorosa, antes de recoger como bonus track la obra maestra “Vivladi’s Winter” como colofón final y broche de oro. Sus discos son increíbles cartas de presentación, y sus directos lo confirman con creces. Dark Moor hace tiempo que han demostrado ser en su género una de las mejores formaciones europeas y de buena parte del jodido planeta. En definitiva, todo un lujo a nuestro alcance.
José Mora

LOS SUAVES "El Jardín De Las Delicias"

(Locomotive Music)

“La vida no tiene colores, no es blanca, negra, ni siquiera gris, y si acaso alguno tuviera, sería el color del tiempo...” ¿Qué es el tiempo? Acaso ese viejo enemigo contrarreloj contra el que no se puede luchar. Muchas y vistosas pinceladas de nostalgia, y de cierta melancolía, atisbo en este nuevo disco de los de Ourense. Ideado en un principio como disco de Yosi en solitario, fabricado desde una base musical muy básica, la poesía traducida a golpe de rock’n’roll va aflorando a lo largo de su recorrido. “El Jardín De Las Delicias” toma su nombre del cuadro de El Bosco realizado hacia 1504, y marca de forma considerable la sensibilidad del brillante compositor gallego, que aislado durante un largo año desecha bocetos hasta ver satisfecho la finalización de este trabajo a nivel letrístico. El disco, no obstante, recoge dos piezas no escritas por Yosi, “No Llegaste a Mi”, versión de Los Cheyennes, y una adaptación de Barry McGuire “Vísperas de Destrucción”. Por lo demás, crudo resulta el tema que da apertura y título al trabajo, con un texto que araña el alma y que reza: “mis noches han sido un mar atormentado, charcos de luz fueron mis días, ha pecado forzando candados, también he cerrado algunas heridas...” En el mencionado anteriormente “Vísperas de Destrucción” viene a vueltas con los fanatismos religiosos que desembocan en guerras y atentados terroristas, sirviendo como sincero homenaje a las víctimas del 11-M. Curioso resulta “No Le Grites”, un claro alegato a favor de la mujer y contra la violencia de género, con inserción de guitarras acústicas, varios solos de eléctrica, introduciendo coros al final, cosa poco usual en Los Suaves. Descarna e intensa se muestra “No Me Pesa Es Mi Amigo”, larga en su desarrollo, donde continúan los guiños acústicos mezclados con fuerza y energía, con una temática en cuanto a la letra similar o bastante próxima a “Malas Noticias”. La preciosa balada “Deja de Llorar Mi Amor”, con el mar de fondo de testigo absorbiendo la tragedia, es una acertada nota relajada. “El diablo lo hizo todo por ti, vendiste mentiras a la gente, y coartadas a tu corazón...” expresa el corte “Piensan”, donde posiblemente su propio autor se vea reflejado. “Quizá Esta Noche” aparece con el afilador y la villa gallega de fondo, mientras “Noches Del Long Play” repleta de recuerdos, hace mención a los “veinte escalones que nos empujaban al fondo del cielo...”, de un garito donde, aparte de dejar muchos vasos vacíos, los de Ourense empezaron musicalmente a caminar, sin duda uno de los mejores temas del álbum. Vacilona resulta “Burro Cansado Blues”, y cerrando la función y recordando ligeramente a “Ese Día Piensa En Mi” nos topamos con “La Ultima Canción”, contando que “mi última mujer será para otro, mi última mirada será para una pared, mi última lágrima para mi almohada, pero mi última canción será para mi...” como presagio de un final que espero tarde mucho tiempo en llegar, aunque, claro, contra ese viejo enemigo resulta inútil luchar, y su color no es blanco, ni negro, ni siquiera gris... como la propia vida.
José Mora

EVENRUDE "One Size Fits All"

(MTM Classix / Goi Music)

MTM vuelve a dar en el clavo recuperando esta joya del hard melódico escandinavo, editado originalmente en el año 1989 y que supuso el último disco en estudio publicado por este solista nórdico. "One Size Fits All" se agotó al poco tiempo de llegar a las tiendas, pagándose recientemente hasta 300$ por una copia del mismo. Como digo, en estos días se reedita por fin esta maravilla, remasterizada y con 4 temas extra. Para los no iniciados, recordaros que Ole Evenrude lanzó hasta 5 álbumes durante los años 80, siendo este "One Size Fits All" con toda seguridad el mejor de ellos. En el mismo se deja acompañar por Trond Holter a las guitarras (antes en Dream Police y ahora reconvertido en Teeny de Wig Wam); los galácticos Robin Beck, Fiore y Hugo hacen coros, mientras que en la producción mete mano el veterano Neil Kernon (Dokken, XYZ, Autograph, Shy, Michael Bolton, etc.). El disco se inicia con “Never Say Die”, un fabuloso corte con mega-teclados y coros de ensueño. Le sigue el no menos impactante “Desperado”, otro temazo que maravilla por su fantástica manera de combinar pegajosos estribillos y potentes partes guitarreras, (grabada con anterioridad por Sha-Boom). “Broken Heart” es un medio-tiempo muy similar al “Here I Go Again” de Whitesnake, empapado de melodía y mucho A.O.R. Continuamos con el rockero “25 Years Of RnR”, clavadito al “I Love RnR” de Joan Jett; mientras que “Peepin’ Tom” parece estar sacada de un disco de Ratt o Mötley Crüe. “Make My Day” consigue recordar a The Cars, con unos coros realmente logrados; en tanto que “Home Sweet Home” es otro de los momentos álgidos del álbum, con un estribillo digno de mención. Y “Still In Love With You” es una buenísima balada, de cuidada interpretación. El disco finalizaba en su día con la rarilla “Raise Your Fist And Shout” y la hard rockera “X-Ray Specs”, ésta última muy influenciada por la música Billy Idol. En cuanto a los bonus tracks de esta edición, destacar “Welcome To The Real World” (a lo Alice Cooper del "Trash" y grabada también por Bai Bang) y “Werewolf” (grandioso pop-rock, grabada de nuevo por Sha-Boom y Bai Bang). Los otras 2 extras (“F.O.F.D.” y “She Looks Like A Billion Bucks”), resultan bastante simplonas y se entiende su no-inclusión en la edición original del álbum. Una obra que no debes dejar pasar si acostumbras a escuchar Hard-A.O.R.- melódico-escandinavo. Toma palabro!!!!
Rafa Carrillo

05 septiembre 2005

DARREN SMITH BAND "Keep The Spirit Alive"

(MTM / Goi Music)

Resultó verdaderamente lamentable que tras el fenomenal "Higher", Harem Scarem lanzaran el desastroso "Overload". Pero tras aquella enorme decepción, hete aquí que llega su antiguo batería Darren Smith y junta una banda para grabar este "Keep The Spirit Alive". Un trabajo vitalista, rockero, y con un sonido Harem Scarem que parece extraído del "Weight Of The World". Incluso ha contado con la colaboración de los mismísimos Pete Lesperance y Harry Hess, éste último encargado también de producir y mezclar el disco. El bueno de Smith además de cantar los temas (con una voz muy parecida a la de Hess, pero algo más cruda y rascona), mete algunas guitarras. Del resto de músicos, destacar la labor simple pero efectiva del guitarrista Mike Hall (Killer Dwarfs, Helix), del bajista Stan Miczek (Honeymoon Suite, Sass Jordan), y del batería Pat Carrano (Live Sex Show). La filosofía general del álbum (hard-rock melódico trufado de buenos coros), queda plasmada en el marchoso corte de apertura, “It All Comes Back”, la cual da paso al tema que titula el CD, otra fantástica pieza en la que Darren parece el mismísimo Graham Bonnet!!!! Otros temas destacados de este trabajo serían “Still On My Radio”, “Everybody Knows About You” (con una melodía calcada al tema infantil “Chincha Rapiña, Cómete Una Piña” ¿?), y la deliciosa balada “There You Go”. Incluso se marcan una acelerada y curiosa recreación del clásico de Nazareth “Love Hurts”. En la versión europea se añaden además 2 bonus tracks, algo oscuritas y sosonas, pero que suponen un aliciente más para la adquisición de este buen álbum, que a muchos os compensará el disgusto sufrido con el último de Harem Scarem. Así que ya sabéis, acercaos a la tienda y pillároslo, que os haréis un gran favor.
Rafa Carrillo

RUSSELL ALLEN’S "Atomic Soul"

(Insideout / Mastertrax)

Aquí tenemos una nueva muestra de lo diferentes que pueden resultar los gustos de un músico con respecto a la música que pueda interpretar en el seno de su banda. En este caso, se trata de Russell Allen, el más que conocido cantante de los “heavy-progresivos” Symphony X. Una interesante colección de tracks destinados al exclusivo lucimiento del mencionado frontman, que no pierde la oportunidad de mostrarnos su amplia gama de registros vocales. El disco en sí resulta un tanto tedioso, y no por falta de calidad, sino de variedad musical. Canciones construidas para el absoluto protagonismo de la voz, impiden que ninguno de los otros instrumentos tenga la oportunidad de relajar nuestras neuronas sobrecargadas por el excelente pero agobiante trabajo de Mr. Allen. Y esto lo digo sin olvidar que son Pinella y Romeo (teclista y guitarra de Symphony X) dos importantes ayudas a lo largo del disco. Sin embargo, es el propio Allen quien se encarga de la mayoría de los instrumentos, a excepción de la batería, que corre a cargo de Robert Nelson. Si “Blackout”, tema con el que se abre el trabajo, pasa sin pena ni gloria por nuestros oídos, la segunda, “Unjustified”, llama la atención por su cadencia, en la onda de los medios tiempos de Dio o Rainbow. En estos primeros cortes usa una voz tan rasgada que, sobretodo en “Unjustified”, casi duele escucharla. En “Voodoo Hand” se relaja para sumergirnos en sonidos vocales en la línea del maestro Glen Hugues. “Angel”, que continúa con los sonidos setenteros, aunque con un sonido de guitarra demasiado sucio, es un medio tiempo que nos acerca a los primeros Purple, con la sublime voz de Allen mostrando su capacidad para recorrer arriba y abajo el pentagrama de la composición. “The Distance” sigue aminorando progresivamente el ritmo del disco con una semi-lenta de alta calidad técnica, pero que emotivamente no me dice nada. Vuelve el desgarro vocal y la agresividad con “Seasons of Insanity”, de interesante riff guitarrero. Otro medio tiempo, “Gaia”, esta vez con sabor oriental, nos devuelve a la monotonía de sonidos ya escuchados. Nos encontramos con ritmos funkies en “Loosin’ You” (sigue en la línea Glenn Hugues), y blueseros en “Saucey Jack”. Hasta aquí el disco rebosa calidad instrumental, pero resulta agotador escuchar sin cesar la voz del Sr. Allen, por encima de una música que tampoco tiene muchas ocasiones de aliviar la tensión. Pero, para el final... ¡Lo Mejor! Vaya dos temazos para cerrar el disco. “We Will Fly” es, con diferencia, la mejor composición del disco. Un corte de auténtico rock sinfónico en el que la voz de Russell si se adapta a la música, convirtiéndose en parte de una fenomenal danza de notas que te va llevando a través de geniales teclados, guitarras no dañinas (muy sucias durante el resto de los temas) y un estribillo agradablemente comercial. Para el final, el trallazo definitivo. “Atomic Soul”, que da título al CD, es cañera... y heavy. En este tema epílogo, arranca Mr. Allen las notas más altas de su garganta. Un teclado a cargo de Jens Johansson (Stratovarius) que recuerda al “Rainmaker” de los Maiden, da comienzo a un tema que sirve para recordarnos durante el resto de la canción los grandes tiempos del hard rock de los setenta. En definitiva, un trabajo recomendable, sobre todo, para fans del vocalista, que encontraran un extraordinario clinic “gargantil” del gran maestro, vocalista de Symphony X.
Carlos Treviño Cobo

LANA LANE "Lady Macbeth"

(Frontiers / Mastertrax)

Nuevo trabajo de la excelente vocalista cuyo nombre es un collage del de las dos novias de Superman. Una vez más arropada por su inseparable Erik Norlander, nos ofrece este trabajo de carácter conceptual, en el que se desgranan una gran colección de canciones que rinden tributo al más clásico heavy metal de los setenta y los ochenta, pero sobre todo a la voz de la fémina rock star. Y es que queda claro desde un primer momento que todo está premeditado para no restar ni un ápice de protagonismo a la carismática dama y su voz. Erik ha construido un gran castillo de sonidos en cuya torre del homenaje se encarama la princesa para gritar a los cuatro vientos..¡Que viva Dio... y J. L. Turner... y Glen Hugues... los grandes maestros! El asunto no puede comenzar más cañero con “The Dream That Never Ends”, si bien nos engañan un poco con el inicio baladero con piano, flauta y la celestial voz. Pero el bajo de Kristoffer Gildenlow (Pain of Salvation) nos introduce en una canción típica del hard rock de los setenta. Aceleradísimos ritmos machacones y solos de guitarra a un volumen por debajo de lo normal, para no restarle protagonismo a la princesa, nos introducen en un disco fácil de escuchar. "Someone to Believe", el primer single con video-clip incluido, está a mitad de camino entre su comienzo sinfónico, gracias a las teclas de Erik, y el ritmo machacón típico del Rock melódico que practicaban bandas como Vixen. El tercer corte es una deliciosa balada en el que que Lana derrocha sentimentalismo, al igual que las melodías guitarreras, que corren a cargo, a lo largo de todo el cd, de Neil Citron, Mark McCrite y Peer Verschuren. “Summon the Devil” es una mezcla entre Sabbath y Dio. Medio tiempo machacón de ritmo reiterativo. La música, debo insistir en ello, es bastante pobre, sin complicaciones, por lo que la voz es el único hilo conductor. Los solos, aunque interesantes, quedan constantemente por debajo de la voz, son meros adornos para la diva. “No Tomorrow” continúa en la misma línea, semi balada de corte sinfónico y hardrockero. “Shine on Golden Sun” suena a himno típico de rock, con pasajes muy cantables. “The Vision”, instrumental, se alimenta de la gran influencia que las míticas bandas sinfónicas como Yes ó Pink Floyd han ejercido sobre el compositor. Sin duda es el hueco que Mr. Norlander se ha guardado para sí mismo. En “Keeper of the Flame” vuelve la caña y aquí es donde Lana muestra todo el poder de su garganta. Sustentada en los excelentes coros de Kelly Keeling, la frontman alcanza sus más altas cotas de exhibicionismo vocal, mostrando su buen trabajo a base de notas mantenidas y otras piruetas. “We Had the World” nos muestra unas melodías de guitarras más sobresalientes de lo habitual, que sirven para construir una balada en la que Lana vuelve a lucirse. Para cerrar el disco, un espectacular dueto piano/voz de los que tanto les gusta hacer a Norlander y Lane. Norlander ha trabajado con los más típicos recursos del sinfónico, el hard rock y el heavy metal para construir el marco perfecto en el que mostrar las cualidades de la cantante. Si la música hubiera estado más currada, ¡habría sido la ostia!
Carlos Treviño Cobo

LABYRINTH "Freeman"

(Arise Records)

Nuevo lanzamiento de los italianos Labyrinth, séptimo en su más que respetable carrera que dura ya diez años desde que allá por el ’95 publicaran su E.P. “Piece of Time”. Una nueva colección de canciones que suponen una vuelta de tuerca más en la búsqueda del sonido propio, ese que no admita comparaciones con nadie. Y a fe que lo consiguen, incluso ya desde la misma portada, con ese maniquí de rodillas y esposado, que no da ni la más mínima pista sobre lo que el láser pueda descubrirnos. Grabado en Italia, pero masterizado en Alemania, el disco supone una colección de cortes de muy diferente signo, quizás dando salida a los deseos artísticos de los seis miembros de la banda. Desde el moderno sonido de la guitarra en “L.Y.A.F.H.”, con notables influencias del progresivo, Andrea Cantarelli, muestra un saber hacer digno de su larga experiencia a las seis cuerdas. “Deserter” ó “Dive in open water” son dos claros ejemplos de lo mismo. La primera con constantes cambios que te llevan a traves de todos los sonidos, intercalando lo duro y lo suave con una crudeza nerviosa. La segunda nos acerca al power metal, con Roberto Tiranti cantando muy bien. “Freeman” reincide sobre los bruscos cambios de estilo, mientras que “M3” resulta bastante comercial, con influencias del metal de los ochenta. “Face and Pay” nos muestra una poderosa base rítmica, que corre a cargo de Mattia Stanciolu (batería) y Cristiano Bertocchi (bajo), y una moderna y extravagante ambientación de teclados, a mitad de camino entre los setenta y “Odisea en el espacio”, a cargo de Andrea De Paoli. La balada, y quizás el mejor tema del disco, se titula “Malcolm Grey” y es una excelente exposición de melodías que, interpretadas por la voz, la guitarra o el piano, dejan patente la capacidad de estos italianos para conmover. Los últimos tres cortes, “Nothing new”, “Infields” y “Meanings”, ahondan en lo anteriormente expuesto, o sea, cualquier camino es bueno siempre que no haya sido explorado antes. Quizás peque de falta de consistencia, de homogeneidad, que la puede haber incluso buscando la variedad y la sorpresa. En ocasiones parece que las canciones sean de distintas bandas, llegando a no parecerse... ¡ni a sí mismos!. En cualquier caso, si escuchas a estos locos que están a mitad de camino entre el Rock Progresivo y el abismo, lograrán sacarte de la rutina.
Carlos Treviño Cobo